En este comienzo de año hemos recibido una noticia muy esperanzadora sobre el medioambiente. Un grupo experto respaldado por la ONU considera que la capa de ozono está en vías de recuperación total. En este sentido, se considera un éxito el Protocolo de Montreal, que decretó hace 35 años la eliminación de casi un centenar de sustancias por provocar un agujero en ese área fundamental para la protección de la Tierra de los rayos ultravioletas. Además, Naciones Unidas indica que la eliminación progresiva de las sustancias químicas que agotan la capa de ozono ya contribuye a la mitigación del cambio climático.
Las conclusiones de esta investigación, presentadas esta semana en la 103ª reunión anual de la Sociedad Meteorológica de los Estados Unidos, remarcan la importancia de sumar esfuerzos para combatir los efectos perjudiciales que la acción de los seres humanos puede provocar desde un punto de vista medioambiental.
Frecuentemente, se focalizan esos esfuerzos en grandes compañías de sectores tradicionalmente contaminantes. Sin embargo, la situación actual apunta a la necesidad de que todas las personas y empresas de todos los niveles nos comprometamos de manera proactiva para frenar el cambio climático. La educación en valores y la formación específica de trabajadores sobre materias relevantes en este sentido pueden contribuir a reforzar ese compromiso colectivo.
Además, 2023, según han indicado especialistas en tendencias, es el año de la tecnología sostenible. En Ecoevoluciona (Grupo Gestionet) añadimos que es el año para trabajar la sostenibilidad con la tecnología. Apuntamos a continuación tres ideas para hacerlo.
Tecnología y sostenibilidad para sumarse a la «ecoevolución»
Cuando en el discurso colectivo comenzó a instaurarse la importancia de preservar el medioambiente hubo voces discrepantes que vinculaban la protección con parálisis o freno. Con el paso del tiempo hemos avanzado hacia una sociedad más comprometida en este aspecto, que ha llegado a ver las oportunidades que se generan al abordar este asunto de manera proactiva. La amplísima difusión que han tenido los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ha ayudado para avanzar en esta dirección.
En Grupo Gestionet llamamos «ecoevolución» al compromiso colectivo con el valor fundamental de la sostenibilidad mediante la acción. De este modo, entendemos que dicho valor debe formar parte del ADN de la empresa, de una manera transversal y no aislada. Esto conlleva hacer partícipes a todos los stakeholders o grupos de interés vinculados a la actividad empresarial.
A este respecto, la tecnología facilita el camino y, lejos de convertirse en un gasto, puede resultar una excelente aliada para reducir costes, obtener una mayor eficiencia (por ejemplo, energética) e incluso aumentar la rentabilidad.
Simulación y gamificación para el compromiso con la sostenibilidad
El uso de simuladores está despertando interés en ámbitos empresariales y educativos. Permite recrear entornos reales que facilitan la formación o la familiarización con procesos que de otro modo podrían resultar muy complejos. Así se pueden tomar decisiones en contextos que no entrañan riesgos y testarlas antes de llevarlas a cabo en la realidad.
En Ecoevoluciona facilitamos a nuestros clientes el empleo de uno de los simuladores más exitosos de Gestionet para la concienciación medioambiental. La Isla permite a trabajadores de una empresa desarrollar competencias y comprobar mediante la acción el impacto sobre el medioambiente de sus decisiones. La persona usuaria deberá gestionar una isla y facilitar la supervivencia de la población sin esquilmar sus recursos.
Por otro lado, la gamificación incorpora dinámicas, técnicas e incluso diseños propios del juego en entornos no lúdicos, como la formación en el ámbito profesional. Sus beneficios a la hora de reducir la curva de aprendizaje son claros, entre otras razones porque convierten la experiencia formativa en algo muy positivo y porque contribuyen a retener ideas y conceptos mediante la memoria visual.
Por estas razones, simulación y gamificación resultan muy útiles para implicar a plantillas de empresas en general en acciones a favor de la sostenibilidad ambiental. Al combinar ambos conceptos podemos disfrutar de una plataforma digital innovadora que impactará de forma favorable en la percepción medioambiental de las personas empleadas en una organización.
Tecnología para comunicar el valor de la sostenibilidad
La comunicación es una de las funciones claves para cualquier compañía, sea del tamaño que sea. Hoy existe una mayor conciencia en general sobre su significación que hace un par de décadas. Sin embargo, es preciso recordar que la comunicación no debe estar orientada solo a públicos externos. Al contrario, debemos abordarla también desde un punto de vista interno para contribuir a que se comparta la visión de la empresa sobre la base de valores fundamentales, como debe ser la sostenibilidad.
En este punto, pueden resultar muy útiles soluciones digitales que incorporen la gamificación para plantear retos colectivos. Es el caso de Eco-challenge. De esta manera, la organización puede fomentar buenas prácticas ambientales y sensibilizar a las personas sobre el impacto de sus acciones en el planeta.
En todo caso, tecnología y sostenibilidad deberían ir de la mano. Esto es especialmente importante en un contexto marcado por tanta incertidumbre como el actual. También por encontrarnos en un momento en el que, lejos de lo que pueda parecer a simple vista, las acciones individuales, sobre todo aquellas que agravan los problemas medioambientales, pueden adquirir una relevancia muy significativa globalmente.
